Exposición
oral:
De
los bordes a los abismos en el contexto posmoderno de las artes del movimiento.
¿Una aproximación entre danza y vida?
A cargo de Roberto Ariel Tamburrini (Docente, Investigador y Licenciado en
Composición Coreográfica del Departamento de Artes del Movimiento del IUNA)
RESUMEN
La propuesta consiste en exponer,
reflexionar y debatir acerca de la inquietud que surge en la escena de las
artes del movimiento dentro del contexto posmoderno, especialmente en relación
al cuerpo y sus vínculos, cuando nos cuestionamos el paso de los bordes
a los abismos en las artes de movimiento de carácter escénico, como una
posible estrategia de aproximación entre danza y vida. Para ello nos
proponemos como objetivo charlar acerca de las experiencias,
conceptualizaciones y conclusiones entre el cruce y tensiones de dos proyectos
sucesivos que consideraremos metodológicamente como unidades de análisis
disparadoras. .
El primero de ellos se trata de la
Tesina de Graduación del director, perteneciente a la Licenciatura en
Composición Coreográfica con mención en Expresión Corporal del Departamento de
Artes del Movimiento del IUNA. La misma consiste en la obra escénica en3 (cuerpobra), acompañada de su
respectivo marco teórico cuyo tema es Metodología
para la composición escénica en Expresión Corporal dentro del contexto
posmoderno. En la misma se cita la noción de bordes como aquellas
zonas fronterizas en la acción escénica de danza en este caso.
Como
segunda unidad de análisis se considerará la experiencia actual con el grupo danzabismal. Constituído por 15 integrantes, el mismo se instala en el campo
de la interacción social, ensayando y produciendo en lugares públicos, como
plazas, parques, eventos, museos, calles, etc. con carácter de intervenciones
performáticas. Aquí pasamos de los bordes anteriores a lo que ahora denominamos
abismos.
Ambos se desarrollan a partir del abordaje
del contexto posmoderno de Esther Díaz, las nociones.de Friedrich Nietzsche
acerca de la voluntad de poder y las
nuevas concepciones del cuerpo que plantea Burt Ramsay.
Desde este
salto de los bordes a los abismos entre una y otra unidad de
análisis, propondremos afirmaciones
activando la reflexión y estimulando preguntas emergentes referidas las
posibilidades de aproximación entre danza y vida.
DESARROLLO
DEL PROYECTO
Contextualización:
Ambas experiencias escénicas
contempladas, la obra en3 (cuerpobra) y
las intervenciones performáticas del grupo
danzabismal, surgen en sus respectivos momentos como inquietudes personales
dentro de la escena contemporánea de la danza. ¿Qué lugar ocupan el cuerpo y el
movimiento en este ámbito? ¿Cuáles son las fronteras? ¿Es posible caminar sobre
ellas o será necesario atravesarlas? Para responder a estos cuestionamientos,
en primer lugar se hizo necesario entender las características contextuales,
las dificultades y posibilidades que este entorno contemporáneo ofrece. Por
esta razón, antes de llegar a las conceptualizaciones planteadas, expondremos
el encuadre de dicha escena dentro del denominado contexto artístico posmoderno,
alineándonos con las consideraciones de Esther Díaz al respecto, rescatando la
noción de posestética:
“Denomino posestética a la actividad
artístico-cultural que se define con posterioridad a lo moderna. (…) La
modernidad era dialéctica, la posmodernidad es tensional.”
Como vemos, ya no se establecen
vínculos dialécticos entre las partes sino que, dada la complejidad que implica
lo múltiple en los nuevos contextos, este período se caracteriza por la
convivencia tensional.
“Existe una pérdida de límites entre la obra y
el entorno. (…) La deconstrucción no pretende destruir las categorías
culturales ni la tradición. Intenta, en cambio, señalar y flexibilizar los
límites del sistema. Denunciar, por ejemplo, las escandalosas grietas de los
discursos considerados serios.”
Aplicado a la experiencia artística de
carácter escénico, como es nuestro caso, se presentan nuevas posibilidades de
permeabilidad entre la obra y su entorno. Las convenciones escénicas
tradicionales son puestas en cuestión y con ello los discursos sólidos, mientras que los límites se vuelven flexibles. La
información ya no se instala como fundamento, sino se filtra por las grietas de
la incongruencia discursiva de la lógica cronológica. Ahora todo sentido se
construye inseparable de su contexto y la resignificación es una posibilidad
creativa más. La nueva concepción de obra hace difusos los bordes y emergen
múltiples zonas fronterizas dentro de la misma.
Friedrich Nietzsche:
Si este contexto posmoderno nos
instala en los bordes, las concepciones nietzscheanas nos presentarán los abismos.
La citada Esther Díaz dice al referirse a los nuevos pensadores:
“Todos ellos, en mayor o menor medida,
adhieren al pensamiento de Nietzsche, quien, al impugnar el concepto
tradicional de la historia, invirtió la visión platónica del devenir humano. En
la concepción nietzscheana no hay cabida para el desarrollo de una idea
trascendente que guíe ahistóricamente a la historia, ni para procesos que
provengan de una finalidad transmundana. Es decir, necesaria, forzosa. La
historia es estrategia y azar. Poder y casualidad.”
En Friedrich Nietzsche es necesario
comprender el contexto del siglo XIX y la influencia del romanticismo en el
autor, en tanto éste resulta una reacción frente a la Ilustración y sus
ideales, oponiéndose a los mismos por la defensa de lo irracional como vía de
acceso a la realidad. Así, Esther Díaz ubica a
Nietzsche como una bisagra entre el caduco y el nuevo pensamiento, en tanto
este el mismo se enfrenta al modelo tradicional de historia. Dicho modelo de
concepción platónica posee una característica lineal y cronológica, cuya
dirección y sentido son guiados por ideas trascendentes que definen el devenir
de la humanidad. Esto implica una construcción de la historia a partir de
fundamentos que, como tales, a los sumo pueden entrar en una relación
antagónica de carácter dialéctico, no pudiendo escapar de este modo al
determinismo y a ese sentido único. Para Nietzsche la historia es más compleja.
Las partes, eventos, protagonistas y circunstancias son puestas en relación azarosa. Pero este
caos abismático, múltiple de casualidades obliga a generar estrategias de
construcción escénicas en nuestro caso ¿Y qué es lo que según él mueve y da
sentido a dichas estrategias? La voluntad de poder.
Una voluntad sin lógica
representacional, donde se originan todos los fenómenos de la naturaleza y
humanos a la que le suma la idea de que esta voluntad lucha por el poder. Ya
no un poder absoluto, estático, que establece una matriz piramidal; sino un
poder dinámico, en constante movimiento, donde las partes enunciadas entran en
tensión y delinean un devenir plural, incierto pero real, impredecible pero
concreto.
Nueva concepción del cuerpo:
Dentro de este encuadre contextual
desarrollado y las ideas de Friedrich Nietzsche, consideramos que en la danza se
torna necesario también crear una nueva concepción del cuerpo en movimiento. Un
cuerpo que experimenta y que cobra sentido en relación a su contexto. Por lo
cual, alineándonos en este contexto como posmoderno con sus características
correspondientes, nos parece pertinente y acertado considerar las ideas de Burt
Ramsay referidas a las innovaciones en danza y a las flamantes concepciones
corporales.
Desde su análisis, los mismos fueron propicios
para la elaboración de nuevos tipos de material en movimiento a través de
presencias performáticas más espontáneas. También se condujo a la creación de
trabajos desafiantes de las ideas convencionales acerca del cuerpo, proponiendo
lo que se definió como ‘experiencia encarnada’ (embobied).
“Mediante el rechazo de someterse a
las expectativas estéticas normativas, estos cuerpos sin reglas de los
bailarines europeos y norteamericanos estaban creando un contexto en donde la
experiencia encarnada (embobied) pudiera transformarse en el lugar de la
resistencia contra las ideologías normativas muy lejos de afirmarlas.”
Confirmamos así que danza no está
ajena a las nuevas concepciones del mundo posmoderno. El enfrentamiento con las
normas rígidas y establecidas y la permeabilidad entre el cuerpo y su contexto
se oponen a un cuerpo analítico. El cuerpo dentro de la danza debe ser ahora
experimentado ya no dentro de parámetros espaciales cartesianos como marco
contextual, sino encarnados en dicha experiencia, la cual establece nuevas y
complejas conexiones entre estos cuerpos y su entorno, con sus consecuentes
posibilidades y desafíos. El resultado de esta bisagra histórica, es lo que se
ha denominado poshistoria en danza:
“Por ende, el inicio de una
poshistoria correspondería al momento en que se desvanecen los paradigmas
establecidos, con una danza emancipada (…), la poshistoria comenzaría con la
aparición de una danza que va más allá de una narrativa histórica y su signo manifiesto
sería que tanto artistas como espectadores quedarían desamparados ante la
disolución de los parámetros más transitados para acceder a un juicio de
valoración.”
Pero este desamparo, lejos de
paralizarnos, resultó un estímulo para buscar dispositivos empíricos y nuevas
conceptualizaciones para la escena de la danza. Aquí entonces es donde nace la
primera unidad de análisis, la cual trae sin que lo sepamos el germen
subyacente de la segunda planteada en esta exposición.
en3
(cuerpobra)
en3 (cuerpobra) es ante todo una obra íntima,
instalada sobre los bordes de la convención. Se caracteriza por la convivencia del
lenguaje de movimiento junto a otros lenguajes artísticos, buscando activar la
percepción de los espectadores a través de una propuesta sorpresiva, que los
estimule a cuestionarse constantemente acerca del sentido de lo que estén
percibiendo en escena. Los movimientos que alternan lo estilizado y lo
cotidiano, la voz hablada o cantada, el estilo claroscuro de la iluminación y
la diversidad musical, las tensiones dramáticas y las situaciones tratadas con
humor, entre otros, parodian progresivamente las instancias de una producción
escénica. La obra pretende plantear una lógica diferente entre público,
intérpretes y director, poniendo en cuestión al evidenciar las relaciones de poder
implícitas de la escena de danza tradicional.
Esto sugiere a los espectadores entregarse a otra actitud de interpretación
estética, menos prejuiciosa y más espontánea.
A
partir de esta experiencia, dada la multiplicidad de factores en tensión dentro
de la obra, es cuando llegamos a los bordes, como aquellas zonas fronterizas
entre lenguajes, entre los artistas y el público, entre la obra y su contexto,
etc. Por ello surge el concepto cuerpobra,
concibiendo a la obra como un cuerpo que se construye pero asimismo se devela
con voluntad propia. Estos bordes implican un continuo transito
por zonas límites, un tránsito fino, a veces permeable, una cornisa donde se
tocan y articulan elementos diversos en convivencia tensional. El sentido no se ubica en cada una de
las partes, sino entre las partes constitutyentes, una zona delgada, sinuosa y
móvil, el borde.
Habiendo
entonces en esta obra alcanzado y transitado esos bordes, surgió una pregunta
superadora: ¿Qué hay más allá de los bordes? La respuesta merecía asimismo
de un proyecto superador, que genere a la vez una continuidad en la exploración
y una discontinuidad conceptual. Este es el origen de la creación del grupo danzabismal.
¿Qué hay más allá de los
bordes? Retomando a Friedrcih Nietzsche afrmamos: Hay abismos
“Yo amo a quienes no saben
vivir de otro modo que hundiéndose en su ocaso, pues ellos son los que pasan al
otro lado.”
El grupo danzabismal comienza como una empresa riesgosa, una aventura
sin destino de llegada pero con la intuición de poder lograr una propuesta
concreta en el campo de la danza escénica contemporánea. La pregunta ahora es:
¿Qué son los abismos? Pero dar una respuesta a la misma implicaría una
contradicción, dado que entendemos que lo abismal se constituye en la
experiencia dinámica, ante la ausencia de fundamentos, en un juego azaroso
entre la casualidad y el poder poniendo en cuestión la distancia entre danza
y vida.
“Si
pensamos este momento como el que demarca el ‘fin de la historia de la danza’
estaremos también pensando en el nacimiento de un nuevo punto cero ‘anárquico’,
una especie de principio sin principio orientador, a partir del cual se
generaron nuevos niveles de significación estética que redimensionaron y dieron
nueva vida a las estructuras compositivas e interpretativas de este arte.”
La
modalidad de
intervención performática en sus diversos formatos que escogimos para abordar
la escena con este grupo implica nuevos dispositivos, menor control pero mayor
atención escénica, un voluptuoso estado de alerta sensorial y kinético que
ahora hace difusa toda frontera, toda clasificación. La relación con el público
también es motivo de reflexión. En tanto las performances están encarnadas en
su contexto, es imposible separar en el acto de intervención entre artistas y
espectadores. Los intérpretes intervienen pero también son intervenidos por su
entorno escénico. No es posible diferenciar entre acciones y reacciones, en
fin, se diluyen los bordes, afloran los abismos, los que ahora nos dejan
varados en una nueva costa inconclusa, incierta y novedosa: danza
y vida.
Danza y vida:
¿Es posible que desaparezca la
frontera entre danza y vida?
Al
comienzo de este escrito aclaramos que con la exposición oral buscaríamos la reflexión, estimulando intereses emergentes referidos
a las posibilidades de aproximación entre danza y vida. Por eso este ítem
no será desarrollado aquí, dado que recién después de un año de proceso
creativo con el grupo danzabismal hemos
llegado a la pregunta formulada, como un inicio de posibles y múltiples
respuestas que la experiencia irá gestando.
Es
precisamente esta ausencia de afirmaciones por parte de los expositores en
estos conceptos, donde pretendemos poner el foco en el intercambio y debate con
el público, como un ejemplo concreto de la disolución también de la relación
expositores-receptores. Los espectadores pueden formular preguntas, pero
también dar respuestas, y en ese encuentro tensional depositamos nuestras
expectativas.
PRINCIPALES
EJES DE DISCUSIÓN PROPUESTOS
-
Mundo contemporáneo, contexto artístico posmoderno, poshistoria en danza
- El cuerpo,
el contexto y la intervención performática
-
Fronteras, bordes, permeabilidades, rupturas y abismos
-
Consideraciones en torno a la acción y la recepción en la escena
- Arte
y Vida
RESEÑA
BIOGRÁFICA
-
Roberto Ariel Tamburrini: Intérprete, coreógrafo y director en Danza. Docente en
las cátedras de Improvisación y Composición Coreográfica en Expresión Coproral
I, II, y III y Clown, Investigador en los proyectos “Nuevos Dispositivos de Interacción
Social” y “Meyerhold y el cruce de lenguajes escénicos en la escena
contemporánea: la valorización del cuerpo del intérprete” y Licenciado en
Composición Coreográfica con mención Expresión Corporal, todas estas
actividades dentro del Departamento de Artes del Movimiento del IUNA. Docente
de Expresión Corporal en el Instituto Superior de Ciencias de la Salud y de
entrenamiento físico en Taller Anual de Comedia del Arte. Se formó en diversas
técnicas corporales y teatrales.
Díaz,
Esther (1999)
Posmodernidad. Argentina. Editorial
Biblos
Ramsay,
Burt. (2006) Judson Dance Theater.
Performative traces. Routledge, London and Nueva York. Traducción:
Susana Tambutti.
Tambutti, Susana (2009) Inicio de una Poshistoria. Judson Dance Theater: 1962-1966
la Época de Oro. Teórico de Historia
General de la Danza
Nietzsche,
Friedrich. (1996 ) Así habló Zarathustra.
España. Editorial Planeta – De Agostini S.A
Tambutti,
Susana (2009) Inicio de una Poshistoria. Judson Dance Theater: 1962-1966
la Época de Oro. Teórico de Historia General de la Danza
Video: Ponencia para ECART III
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