Tres que se re-conocen uno. Que se entre-cruzan, se intuyen, se descubren, se separan e intentan… Y solo cuando son desbordados tejen “la trama de los nudos de encaje”, instalándose en un devenir que resignifica lo que encuentra a su paso más allá y más acá de las voluntades. Entonces el control muta en atención, entonces el acontecimiento escénico va cediendo su solenmidad dramática y su tensión inicial para ubicar al espectador en una grata e insospechada condición de superioridad ante los intérpretes.

Un abordaje humorístico de las instancias de producción y una mirada fresca de la in-comunicación y su más certero sentido: el de parodiar la planificación conciente en pos de las sorpresas creativas.

martes, 2 de junio de 2015

en3 / cuerpobra: Entrevista para Metodología de la Investigación del DAM UNA

1. ¿Qué tomaste como material disparador (“materia prima”) para tu obra?
Básicamente los disparadores fueron algunos trabajos coreográficos que había desarrollado anteriormente en materias de composición de la carrera. Uno de ellos tenía como temática una leyenda mapuche que luego llevé a la abstracción y jugaba con lo visible y lo no visible para estimular la percepción del espectador, en otro una estética onírica a partir de un personaje mítico y el último una diagonal en el espacio que destacaba el espacio entre lo realista y lo surrealista. A partir de estos antecedentes, me propuse armar una obra presentando las miniaturas coreográficas que podía resultar de las combinaciones entre tres intérpretes: tres solos, tres dúos y un trío (siete en total).

2. ¿Cómo fue ese proceso creativo?
Fue dinámico y sorpresivo. El objetivo original  se fue logrando satisfactoriamente, Se revelaron además muchas experiencias que dieron lugar a aspectos compositivos no planificados. Durante ese proceso creativo fuimos incorporando estos emergentes, básicamente todo lo que sucedía “entre” las escenas como parte medular de la obra, pero también tomando en consideración errores, ideas espontáneas, el azar y las devoluciones del público y directoras de tesina.

3. ¿Encontraste un método personal de composición?
Si, lo llamé cuerpobra, la metáfora de la obra como cuerpo. Básicamente consiste en componer unidad en la obra partiendo desde módulos independientes autónomos e ideas fragmentadas, poniéndolos en relación en principio azarosa, para encontrar luego lo que las aglutina, el “entre” dichas partes. Tomé como referencia las nociones de montaje en cine y collage en artes plásticas.

4. ¿Cómo explicarías desde tu experiencia ese proceso entre esa materia original  y la obra a la que llegaste?
Lo explicaría desde la noción de cuerpo que Gilles Deleuze toma de Friedrich Nietzsche en su libro Nietzsche y la Filosofía. En síntesis, consiste en que un cuerpo se conforma a través de fuerzas que entran en tensión al ponerse en relación azarosa. Esa tensión se produce porque cada componente (fuerza) lucha a partir de su voluntad por el poder. A lo que me quiero referir, ese que desde ese material voluntario original, la obra final fue el resultado de su propia voluntad como cuerpo.